ENSAYO: PINTURA DESDE LA PERIFERIA: CATÁSTROFE Y CELEBRACIÓN

Resumen
El anteproyecto Pintura desde la Periferia: Catástrofe y celebración consiste en una propuesta de investigación y producción pictórica cuyo objetivo es explorar desde la pintura las lógicas obrera/académica y las facultades/dificultades de ambas realidades contrapuestas.

Palabras clave
Pintura, investigación, periferia, catástrofe, cerebración, procesos creativos, fenomenología.

En este breve ensayo expondré algunas de las motivaciones, epistemologías de trabajo y presupuestos respecto al anteproyecto presente, una llave para el ingreso de quien suscribe para el programa de Doctorado en Estudios de la Imagen.

Se anticipa que yo tengo muchas cosas por debajo de mí. Pero siempre me faltó tiempo, salud, espacio y distancia, hasta que nació en mí el deseo de querer utilizar un hecho personal que había dejado detrás, una fatalidad que de súbito quería revelar, esquilmar y «representar».

El Caminante y su sombra, F. Nietzsche, 1880.

Mi interés siempre estuvo condenado a procurar el germen1 de la pintura, ¿Por qué?, no tengo idea, ni cuándo comenzó ni cómo se propagó, pero antes de que tuviese uso de razón «académica» ya andaba por mi cuerpo como andan los gatos en la azotea. Cuando concluyó el suplicio de la Maestría2, al final del examen de grado y platicando con los sinodales a manera de sobremesa uno preguntó – ¿Por qué la pintura?, sembrando así la duda que me consumiría por tres años y que me obligaría (parcialmente) a regresar a las aulas en busca de lo que se encuentra latente. Sin embargo, debo confesar que mi actividad cotidiana no se encuentra enteramente a disposición del academicismo, debido a que las posibilidades materiales del lugar en que vivo me obligan a buscar constantemente nuevos lugares de trabajo, nuevas profesiones y formas de subsistencia. Estas realidades «obrera-académica»3, me ha llevado a cuestionar el quehacer propio, sea académico, laboral o creativo, pensar en la dicotomía de dos realidades cuasi inconciliables, he aquí una de las principales directrices de este proyecto.

a) Esquema 1 Confrontación entre dos realidades, en el centro Dasein «la posibilidad de cuestionar la existencia propia» tomando el lugar de la pintura.

La duda ontológica sembrada en la pregunta ¿Por qué la pintura?, obligadamente instiga a regresar la mirada a una de las epistemologías más usada en la investigación de procesos creativos, la fenomenología posibilita la suscripción de procesos implícitos en una actividad como una fuente generadora de conocimientos, es decir, dota a la pintura de una característica insospechada para un obrero «cuya actividad reside en la practicidad de sus medios materiales», lo subjetivo como generador de conocimiento, la pintura como un medio capaz de desplegar su mundo interior, la descripción de un yo4, el concepto Dasein5 “Ser- aquí”, de M. Heidegger, la continuidad material del conocimiento en el tiempo que transcurre la actividad pictórica cuyo objetivo o finalidad  «porque suele entenderse a la pintura como un objeto finalizado» es su proceso en sí; Una manzana que en plena caída cobra conciencia y se dice,
-caigo porque así lo elegí.6

b) Esquema 2 El conocimiento extraído de la actividad (a) oscilando el tiempo.
Práctica no.3, imaginarios subjetivos, serie “Paint porque sí” (2025) ilustración digital.

“Pinto desde la periferia porque aún no me decido si soy académico u obrero, porque no sé qué tipo de conocimiento contiene mi actividad, porque aún no me ha absorbido el centro”

Hablar de periferia es un ejercicio de reconocer la subjetividad propia, dirigir la mirada hacia el lugar en que se gesta este proyecto, reconocer que existe un centro que concentra, administra y atrae el conocimiento, su atracción gravitacional exige a las periferias que comiencen a crear sus propios centros con el fin de evaluarlas y legitimarlas, esta ha sido la lógica de la hegemonía del conocimiento, como habitante de la periferia siempre hay que trasladarse. Pintar desde la periferia es deambular «estar»7 las fronteras del mapa, existir en un territorio que sólo se ha bocetado, es crear un objeto de estudio difuso y dinámico «ser» que deambula los bordes del conocimiento – no conocimiento, porque no lo ha absorbido el centro «lo objetivo», es un espíritu subjetivo8 porque se asemeja más a una idea en desarrollo que a lo absoluto.

c) Esquema 3 El lugar de la pintura propuesta respecto a los conceptos Centro-Periferia.
Imágenes de la periferia, serie “Paint porque sí” (2025) ilustración digital.

El contexto de subsistencia me había alejado de la realidad académica en que había habitado dejándola suspendida temporalmente, las nuevas realidades en el campo laboral me hacían cuestionar constantemente cuál era la función de mi quehacer artístico, incluso dudar la operancia de los conocimientos adquiridos durante el programa de maestría, sostenido por la lógica de la fenomenología y como M. Blanchot sostiene en su texto El espacio literario (1955) “la obra se gesta en la violencia de hacer nada” mi producción se tornó en la reflexión de una dimensión interior, el ejercicio  de indagar ¿por qué la  pintura? y obligado a preguntar, ¿en qué lugar es operante?.
Pareciera que académicamente la función mundana de la pintura siempre se nos escapa, pero para el obrero su actividad queda supeditada a sus necesidades básicas después del trabajo, la manufactura de retratos, para una fiesta o como un regalo, una actividad carente de utilidad práctica que aún así despierta una alegría insospechada, la curiosidad de ver el rostro del ser querido.
Deambular entre ambas realidades sirve para renovar la óptica, limpiar la mente de los conceptos que nos invaden como académicos, del ejercicio de suspender, retomar, estar fuera y dentro, emergen las ideas contenidas en este texto, la catástrofe9 de Cezanne vista como “lo que debe desaparecer para que algo nuevo surja”, el miedo a la insignificancia, la insatisfacción, la nada y la celebración como la lluvia de color que asciende10, la pintura como una actividad que puede deambular entre la realidad académica y obrera.
Catástrofe y celebración es una intuición estética a nivel de imagen pictórica, ante el síntoma de una incomodidad, surge del mapeo de procesos creativos y contiene la inestabilidad de sentirse perteneciente y extraño en un mismo cuerpo, significar sin pretender, habitar un espacio y un no lugar11, quizás el umbral entre dos realidades que permite su tránsito, aborda temáticas como el contexto e identidad desde una mirada subjetiva y en su proceso conforma una mirada pictórica alternativa porque no se estabiliza en las realidades propuestas. Se intuye una estrategia pictórica con lógica de contar una narrativa, como un álbum fotográfico cuyas imágenes sugieren que algo sucede, pero el tiempo ha quedado suspendido a la expectativa, usa los escenarios cotidianos que transita un obrero, calles, fábricas, lugares de trabajo y motivos festivos, mesas con comida y personas celebrando lo que sobreviene después de la catástrofe.

Práctica no.5 serie “Paint porque sí” no.5 (2025) ilustración digital.